jueves, 11 de marzo de 2021

Enen enen no shubatai

 


Cuando mis amigos me recomendaron este anime, estuve reticente a mirarlo durante un tiempo, la gran mayoría de los animes nuevos no tenían nada especial y ya no tenía mucha fe. Fire Force me demostró que me equivocaba, pero también que tenía algo de razón.

Enen enen no shubatai tiene muchos elementos que hacen que disfrute de una buena historia:

El mundo que presenta con una estética stimpunk donde la gente se convierte espontáneamente en monstruos consumidos por el fuego y un grupo especial de personas con habilidades piro quinésicas, está muy bien tratado en muchos niveles y presenta una gran gama de misterios y grupos con intereses nebulosos que logran mantener la atención incluso después de veinticuatro capítulos.

La gran mayoría de sus personajes son llamativos e interesantes en sus historias, habilidades y personalidades. Muchos parten de tipos genéricos como la típica tsundere neko, (si hablo de Tamaki) pero su historia es empática y su poder muy cool, cuando no la maltratan, pero ya voy a llegar a eso. Shinra el protagonista es refrescante en el sentido que es alguien más normal, con normal me refiero a que no es un deserebrado glotón insoportable o un estratega solitario como de costumbre, sino que tiene momentos, y logra que uno pueda conectar más fácil sin exagerar.

Los secundarios tienen buenas historias bien relacionadas con la trama y su propio momento para brillar, que el prota no necesite estar todo el tiempo en cada momento o combate suma mucho. Los villanos tienen diseños y habilidades muy interesantes también y aunque aún sea algo misterioso dan muy buenas peleas.

Hasta acá parece que estoy encantado, que es una obra maestra, tristemente no. La obra o más bien el anime que es lo que vi hasta el momento, abusa de un humor que la mayoría del tiempo es muy tonto y queda extraño en medio de tanto misterio y acción, además, abusa del humor pornográfico y fan service tanto que al menos a mí me saca del momento y me irrita.

Mencioné a Tamaki porque a pesar de sus poderes e historia empática queda reducida la mayor parte del tiempo a ese humor porno que Japón y algún calentón crónico cree que es super gracioso, pero me da pena como el personaje queda reducido solo una chica que no puede evitar desnudarse o que la manoseen. 

Me molesta porque casi hace que no tolere cuando sale a escena. Iris, otro personaje también sufre un poco de esto ya que muchas veces se buscan excusas para mostrar sus dotes en pos de esta tendencia donde si o si tiene que haber fan service, en un shonen. Aun así, he disfrutado mucho y si podés superar los momentos porno, también vas a disfrutar.

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